Los Pirineos son un extraordinario reservorio de biodiversidad, con numerosas especies y hábitats naturales que forman ecosistemas complejos y únicos. Esta riqueza en biodiversidad se extiende desde el fondo de los valles hasta las cumbres, desde el Atlántico hasta el Mediterráneo, en paisajes excepcionales que hacen de los Pirineos un lugar único.

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A este componente medioambiental se añade un componente socioeconómico: la ganadería, la agricultura y la silvicultura son verdaderas señas de identidad pirenaica y constituyen actividades económicas estratégicas. Aprovechan al máximo los recursos naturales, al tiempo que proporcionan importantes servicios ecosistémicos (madera, recursos animales y forrajeros, diversidad de paisajes y biodiversidad, etc.).

A lo largo del tiempo, los Pirineos han constituido una amplia red de espacios naturales protegidos y de gestores encargados de preservar esta biodiversidad y de impulsar las prácticas socioeconómicas que la sustentan. Desde 2015, estos agentes trabajan juntos en la «Red de Espacios Naturales de los Pirineos».

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En este contexto, 24 entidades de Andorra, España y Francia se han unido para diseñar y desplegar un conjunto de soluciones conjuntas que permitan conciliar mejor los usos socioeconómicos y la preservación de la biodiversidad en 3 medios naturales (bosque, agropastoral y turberas).

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Las acciones que se llevarán a cabo durante 3 años (de 2024 a 2026) están diseñadas para mejorar el conocimiento de la biodiversidad y las consecuencias de las diferentes prácticas, desarrollar herramientas comunes para caracterizar y monitorizar los entornos, probar su aplicación sobre el terreno implicando a los agentes locales y transferir los resultados y las mejores prácticas a los agentes locales.
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«RED-bio» es la continuación del programa “GREEN” (2016-2019) y ancla la creación de una red operativa de actores pirenaicos que trabajan día a día para preservar los espacios naturales del macizo.